sábado, 28 de junio de 2014

Belice y Norte de Guatemala

JUNIO 2014


Cathy y Kevin
Nueve de la mañana estábamos en los Tacos del Árbol donde quedamos de ver a Roberto y Ana, los que serían nuestros compañeros de viaje; llegamos junto con Kevin y Cathy, de los últimos viajeros del grupo que faltaban por irse para continuar su ruta hacia Centro América, y como ese era nuestro último día juntos, como despedida los llevamos a desayunar a unos tacos deliciosos y caseros, son muy famosos en la zona, son muy sencillos, a la orilla de la carretera, enfrente de Puerto Aventuras, un negocio que tanto turistas, como locales, paran para comerse al menos un taco, claro son tan buenos que uno no es suficiente la mayoría pide 3, 4 o hasta 5 tacos; son tortillas chiquitas,  frescas y  las hacen ahí mismo a mano!! luego te preguntan si quieres arroz y frijoles en tu taco y después va el guisado que más se te antoje, es una vitrina bastante amplia con puras cazuelas de barro bien calientes, por lo menos tienen 15 diferentes: huevos en salsa verde, roja, rajas poblanas, chiles rellenos, mole poblano, chicharrón en salsa, lomitos, milanesa, carne asada, nopales con queso...en fin! A un lado tienen molcajetes con diferentes salsas: desde la super picosa, hasta la que no pica y sus guarniciones. Junto venden jugos frescos, licuados, aguas y refrescos. Después de un buen desayuno con mucho sabor nos despedimos de Kevin y Cathy con mucho cariño y dándonos buenos deseos y esperando encontrarnos de nuevo en algún otro lugar.


Venta de piñas a la orilla de la carretera

La frontera mexicana con Belice es Chetumal, nos dirigimos hacía allá. Quintana Roo es tierra de frutas tropicales y es típico ver en la carretera hieleras llenas de jugos naturales, el señor de los cocos, y carretas con frutas, lo que más venden es  la piña, te la ofrecen muy barata y tienen algunas ofertas también.


De nuevo pisamos Bacalar. Les prometimos a Rober y Ana que los llevaríamos a comer ese famosos ceviche que nos gusta tanto en el Pejelagarto... pues llegamos y ese día estaban cerrados (por supuesto eso nos pasaba siempre que íbamos con alguno de ellos), entonces buscamos otro lugar donde comer, llegamos a un Hotel-Restaurant LOS ALUXES con una vista muy bonita, preciosa; eso hizo que nos quedáramos ahí.


Vista desde el restaurante LOS ALUXES


BELICE
Llegamos a la frontera de Belice, donde a todos los vehículos que van a entrar a su país los fumigan, y después entras donde están los oficiales. Te hacen algunas preguntas, el trámite es muy rápido y no había mucha gente; te piden tus datos completos y los de la moto, es obligación comprar un seguro contra accidentes, así que salimos de ahí, agarramos las motos, pasamos seguridad y luego luego están las oficinas de seguros. Ya estando del otro lado de la puerta, ahora sí!! llego el momento de disfrutar y conocer muchos lugares, a pesar que la mayoría saben español, muchos se ofenden; es recomendable hablarles siempre en inglés para que te traten mejor.

Bandera de Belice

Primer lugar al que llegamos: "Orange Walk", un lugar donde no hay mucha economía, luego luego notas el cambio de País, muchos arboles, montañas, poca construcción, las casas son de pura madera, todas con un "look" antiguo y están en alto, están rodeados de ríos así evitan inundaciones en sus casas.

Lamanai Riverside Retreat 
  Nos hospedamos en Lamanai Riverside Retreat por recomendación de Simon y Lisa, unas cabañitas con vista al río, un jardín muy grande donde puedes acampar. Ahí mismo puedes pedir algo de comer, y su bar... wow el dueño con un gran historial nos atendió super bien y el tiene sus propios licores muy excéntricos y misteriosos hechos con partes de animales como alacranes, cola de cascabel; probamos uno de ellos con un color muy obscuro y muy intenso de sabor. Luego luego que llegamos nos dieron unas cervezas bien frías; en Belice únicamente manejan una marca, se llama Belikin, y su ron es el One Barrel buenísimo por cierto.
Ya instalados pedimos de cenar ceviches de caracol, allá lo comen mucho y a parte del caracol rosado, que es el que normalmente conocemos en México tienen uno que se llama... mmm olvídenlo no recuerdo el nombre pero ese no nos gusto en realidad,  es bastante duro y casi no tiene sabor. Pasamos el resto de la tarde en una palapita a la orilla del río y después de unas cervezas, pedimos unas cubas con su ron beliceño, tiene un toque a vainilla un poco dulce pero muy rico. Después de una larga plática acompañada de muchos rones y tratamos de definir cual era el plan para el siguiente día en el mapa gigante de Lance. Dian, la mesera de ahí, nos llevo al centro para comer algo, ya nos había dado hambre de nuevo. En un puesto donde hacen "tortas" con pan de hamburguesa, no se si era el hambre o que, pero me supo muy rica, después regresamos a nuestra cabaña para ir a descansar.

Al día siguiente salimos de nuevo al centro y buscamos un local donde venden tacos para desayunar, ya nos lo habían recomendado, lo encontramos y pedimos varios tacos; eran chiquitos como del tamaño de un dedo y estaban rellenos de pollo en salsa roja con sabor parecida a la tinga mexicana.
Empacamos de nuevo y salimos en dirección al "Baboon Sanctuary", paso el tiempo y no llegábamos, pasamos por la cárcel: algo increíble! Están a la orilla de la carretera, un terreno bastante grande con solo una reja que los detiene, pero se ve todo, y hasta nos saludaron, todos vestidos de naranja, que sonrisas! Más adelante paramos a preguntar donde estábamos y ya habíamos pasado la salida para llegar al santuario de los monos y no vimos el letrero, al final cambiamos los planes. Lo más cerca que teníamos era el zoológico, pensamos que después podíamos pasar de regreso y visitar a los monos, Belice es un país tan pequeño que lo puedes atravesar en un solo día.  

El zoológico es muy pequeño, lleno de arboles y plantas por todos lados, no es el clásico que hay en las ciudades grandes; este mas que zoológico, es un lugar de resguardo donde cada uno de los animales tiene su propia historia, son animales rescatados o encontrados en condiciones difíciles: jaguares sin dientes, pelícanos sin alas, entre otros....

Llegamos a Belmopan, con un poco más de civilización. Hay una gran comunidad de chinos, el restaurante donde llegamos a cenar era de comida china; igualito que el de las películas, mismos colores rojo con negro, sillas antiguas y mesas muy grandes, creíamos que en cualquier momento llegaría la mafia china!


El hospedaje que encontramos no fue el mejor, mas bien horrendo! Un lugar muy chiquito, pero se veía seguro para las motos. El dueño o encargado era un chino bastante reservado, cuando le pedimos la clave del internet nos pidió el teléfono donde iba a meter la clave, le dimos varios teléfonos y una tablet que con mala gana me pregunto: que tanto van a hacer en internet? le dije que era mas fácil si me daba la clave pero prefirió hacerlo el varias veces en diferentes aparatos. La cama  con un colchón tan viejo que se sentían perfectamente los resortes y lleno de bichos que no nos dejaban dormir y el baño a dos de caerse....ya habíamos pagado, así que lo único que queda es esperar que ya sea "mañana"... Poco antes cenamos con Rober y Ana en el ya mencionado "mafia china diner" y cruzamos la carretera en busca de cerveza y postre. Regresamos al cuarto de Rober y Ana, una copia exacta del nuestro, planeamos la ruta del día siguiente y dijimos "hasta mañana" después de un rato...


Al otro día Daniel tuvo que levantarse un poco temprano debido a que, en días anteriores, había notado la temperatura de la moto mas caliente de lo "normal" y quiso revisarla antes de partir. El día de hoy sabemos que es normal, es un "defecto" de la  f650gs irradiar "demasiado" calor al conductor. Después de hacer esto, Rober y Ana estaban listos para partir (uff!, por primera vez mas temprano que nosotros)(jajajajaja, los queremos!) asi que nos alistamos mas rapido de lo normal para partir. Salimos buscado desayuno, conocimos un poco mas de la ciudad debido a esto, hasta que llegamos a un pequeño callejon con muchos comercios y mucho movimiento pasando alrededor nuestro. Dimos con un lugarsillo que servia huevos y hot cakes, desayunamos, un café, baño y a rodar!


Carretera Humingbird Highway

  No tengo mucho tiempo rodando, no tengo mucha experiencia en diferentes caminos, pero les puedo decir que "The Humingbird Highway" es el paraíso para todo motero. Que carretera! curvas entre montañas cubiertas con una neblina completamente densa, como la textura del algodón de azúcar que hacen en la feria pero de un color blanco grisáceo, como la barba de Santa Claus. Montañas totalmente cubiertas de arboles y vegetación totalmente verde ya que era plena temporada de lluvias. Por casualidad o por gusto, terminamos recorriendo esa carretera unas 6 veces, la siguiente con mas gusto que la anterior. Llegamos a nuestro destino del día: "St. Herman´s Cave", antes un gringo en una pick up blanca venia pegadito a nosotros, y cuando paramos en el destino paro con nosotros, invito a Roberto a su "pequeño" lodge unos kilómetros adelante para poder refrescarnos y dijo " la primera ronda la invito yo" y pueden descansar un rato....no hicimos mucho caso...


Roberto y Ana en la Cueva de San Herman


Entramos a la caverna después de una caminata por la selva, un día bastante caluroso al parecer, caminas 100 metros y sudas como después de correr 5k, en fin, dentro de la caverna no hay luz ni calor, es frío y oscuro, como un lugar en una película de suspenso, solo que aquí nadie nos perseguía. Llegamos al final de la ruta que puedes tomar sin guía, agua fresca sale de debajo de las piedras grandes de la caverna hacia donde vamos caminando y es ahí donde Roberto decidió refrescarse extendiendo todo su cuerpo sobre el suelo para poder dar tragos a esa agua tan "limpia" que teníamos debajo, un lugar muy interesante. Después de unas cuantas fotos y muuuucha risa, empezamos el camino de regreso, salimos de la caverna y nos dimos cuenta que 1/2 milla hacia arriba había una torre de observación, así que decidimos subir para ver ese paisaje tan bueno desde un punto mas  alto. 1/2 milla hacia arriba no es lo mismo que 1/2 milla en plano, y bajo ese calor tan sofocante sentíamos que habíamos recorrido los mismos 5k de hace rato, subir y subir y no llegar, muy cansado, pero al final dimos con esta torre, la típica torre hecha de madera que no sabes si es lo suficientemente firme para aguantar, pero la curiosidad por la vista puede mas que el miedo, así que vamos para arriba!


Vista desde la torre 



Wow! que buena vista desde aquí! Se ven perfectamente todas las montañas del rededor, todo el verde que veíamos en la carretera ahora lo vemos desde lejos y desde arriba, el zig zagueo del asfalto se ve perfectamente desde esta altura, nos urge regresar a rodar ese camino, volteamos para bajar y sorpresa! estamos rodeados de nidos de avispas, preciosos! Con cuidado empezamos a bajar, había otro camino de 1 milla que Roberto y Ana decidieron tomar, obviamente bajamos primero...llegamos a las moto muertos de sed y no había agua, ni gatorade, ni nada! Total que fuimos a buscar agua y entre vueltas y vueltas en esta increíble carretera, dimos con el lugar de Erick, el gringo. Y oh sorpresa!! a donde llegamos a dar... ¿coincidencia, buena vibra? no lo sabemos pero cuando este señor había llegado a invitarnos a su "lodge" nunca nos imaginamos lo que es... los cuatro nos quedamos sin palabras, nada mas nos echábamos las miradas unos a otros y solo nos ganaba la risa, no sabíamos que decir, ni que pensar. Apenas estacionamos las motos y mientras buscamos la entrada al lodge, llegó una persona uniformada y de nombre "Eugene"; se presentó con nosotros y nos dijo que ya nos estaban esperando, el nos guiaría a la terraza del bar donde recibiríamos nuestra primera ronda de bebidas frías (las que nosotros escogiéramos) y nos llevarían toallas limpias para poder hacer uso de la alberca o meternos al río. No lo dudamos ni un segundo, nos mostró el camino y llegamos al lugar!! que vista...

Vista desde el bar del Sleeping Giant Rainforest Lodge

Ya estando arriba nos presentó el barman (Richard) y al mesero que nos iba a atender, su nombre es Gareth, no llevábamos ni 20 minutos de  haber llegado ahí y nos dimos cuenta que vale la pena ese lugar, pero si no cuentas con un presupuesto alto, si, es caro pero en realidad la relación precio-lugar, lo vale! todas las personas que trabajan ahí sin importar su puesto, son extremadamente trabajadoras, atentas y con una sonrisa de oreja a oreja, definitivamente con un excelente servicio en todo momento. Después  de haber estado ahí un como por una hora, nos gustó tanto el lugar que no podíamos quedarnos con la duda de cuanto costaba una noche... pues en ese momento de la pregunta, Eugene nos pidió que lo esperáramos unos minutos y regresaba a atendernos; regresó y nos dijo: vengan conmigo les voy a mostrar el lugar, mientras caminamos Daniel y Rober escucharon que entre el y otra persona se decían en voz baja que nos mostraría la "casita junto al río"... mientras nos mostraba el lugar, nos platicaban un poco de como era su trabajo y la vida en ese lugar, llegamos a la casita, hermosa!, grande y con una super vista, tenía su patio en la entrada, su cocina junto a la sala, muy acogedora y una terraza de muy buen tamaño que daba a un jardín completamente verde, lleno de flores, con naranjos y limoneros, patos andando por ahí y abajo el rió, y un jacuzzi; dos cuartos grandes con techos altos, cada uno con su propio baño, uno con jacuzzi y otro con tina y también daban al jardín. Nos dice Eugene que por ser temporada baja nos darían un buen precio, 50 % de descuento!! y un descuento extra en los alimentos y bebidas, estaba disponible para esa noche y con descuento! que oportunidad es esa??? por supuesto que no la desaprovechamos así que le dijimos que sí, aceptábamos el trato, sólo tendríamos que cumplir con el horario del check out. Terminamos el recorrido bajando al río y luego nos mostró el área de la alberca.

Alberca con vista a las montañas





Muy emocionados fuimos por nuestro equipaje para llevarlo a los cuartos, nos instalamos y nos fuimos a la alberca a terminar de refrescarnos, desde el lugar en el que estuvieras dentro del lodge todo absolutamente todo tiene una excelente vista! tratamos de aprovechar cada rincón que tuviera este hotelito, estuvimos en la alberca, luego al jacuzzi, luego nos alistamos y subimos al restaurante a cenar, y para darle un toque extra a nuestro día, nos toco ver la luna llena desde donde estábamos sentados, una cena rica, sabemos que están a lo lejos de la civilización y pues no es fácil encontrar cosas frescas o mantener los productos frescos, pero de igual forma todo estuvo bien, nos retiramos y seguimos la noche en el bar, donde empezamos con digestivos, seguimos con cubas y terminamos con shots y mientras tanto mucha diversión jugando jenga y risas todo el tiempo; vimos el reloj y ya se había hecho tarde, le preguntamos al barman: ¿a que hora sales de trabajar? y nos respondió: a la hora que ustedes me digan (eramos los únicos que quedábamos en el lugar). Así que terminamos lléndonos a nuestra casita, estuvimos un rato más platicando y luego a dormir, no tengo idea que hora era...

El jardín de la casita


Luna llena



Salud!
Por supuesto todas estas historias estan siempre rodeadas de ron y risas. Después de haber amanecido en este lugar mágico, la buena atención del lodge continuaba... desayunamos y empezamos a empacar para movernos al siguiente lugar; pero mientras tanto en una palapa como " cuarto de juegos" nos instalaron una tele y cable para que viéramos el primer partido de la selección mexicana en el mundial. Terminando el partido muy agradecidos con todo el personal nos despedimos.


Como habíamos mencionado antes por gusto o necesidad tuvimos que rodar varias veces la Humingbird highway; pues vamos de nuevo por ahí, nuestro destino sería Clarissa Falls, un lugar cerca de la frontera de Guatemala.

Llegamos a estas cabañas recomendadas por el hermano de Roberto "El Doc" y su amigo que días antes habían estado en el lugar, la entrada a este lugar, la parada  de camión y a un lado el camino de terracería como de rancho; con cerros alrededor y lleno de vacas, caballos y gallinas, unas cabañas tan sencillas y pequeñas que parecían del cuento de "Caperucita roja" o de "Los tres cochinitos", llenos de arboles por todos lados, era zona de mangos y no podía faltar el río a un lado y la palapa central con su comedor y cocina.


En el restaurante nos atendió una mujer muy amable, no asigno las cabañas y nos mostró el menú para ordenar la cena de una vez para la noche. Nos instalamos en las cabañas, sencillas, pero cómodas, bajamos al río y Rober y Ana se encontraban haciendo una pequeña sesión de Tai Chi, agusto. Estuvimos ahí un rato y poco después subimos al restaurante para ver el mapa, disfrutar de unos rones y enseñar a Pamela a jugar dominó. Tuvimos una tarde-noche divertidísima, cenamos delicioso y nos fuimos a dormir; al día siguiente cruzaríamos a Guatemala.



Entrada a Guatemala
GUATEMALA


Nos levantamos relativamente temprano para desayunar, estábamos cerca de San Ignacio que es la frontera con Melchor de Mencos. Rober, con su habilidad para platicar con todo el mundo, conoció a un ex-militar, salvadoreño, Don José, quién nos contó unas historias increíbles de la guerra en su país hace algunos años y nos acompaño a desayunar junto con la recepcionista, quien resulto ser la dueña también. Justo cuando estábamos listos para partir, llego la lluvia!

Llegamos después de un rato a la frontera, salimos de Belice sin ningún contratiempo, inmediatamente después llegas a Guatemala, a pesar de ser países vecinos, notas la diferencia abismal que hay entre ambos: absolutamente todo el mundo habla español, aduana y migración son un galerón de lamina a la intemperie, de buen tamaño pero no muy bonito, la gente es "mas latina" no tan "caribeña". En la entrada o salida de la frontera  están muchas personas en su mayoría hombres con varios fajos de diferente denominación, algunos más discretos que otros los guardan en bolsitas, pero la mayoría para nada; La tramitología nos tomo como 1 hora y salimos de ahí sin problemas, con un solazo y a subir la montaña.



Camino  a Isla de Flores, Después de la lluvia 
Cruzando inmediatamente cargamos gasolina, decidimos esperar hasta ahora porque es mas barata que la gasolina beliceña. La carretera que se dirige a Flores y Tikal es bastante agradable, es curveando en la montaña mientras subes y bajas, pasando por muchos pueblos de nombres locales, un tramo de barro y lodo bastante divertido, si no pregúntenle a Ana, y uno que otro "bache" característico de país en desarrollo. Después de un par de horas llegamos a Flores, un pueblito totalmente pintoresco, una isla para empezar, llena de calles estrechas y empedradas, subidas y bajadas, con un malecón que es el punto de reunión para la gente del pueblo, varios hotelitos caseros y restaurantes pequeños que ofrecen comida de la región con un toque para turistas, con casas pintadas de diferentes colores vivos que recuerdan al barrio de "Caminito" en Buenos Aires, un museo en otra isla mucho mas pequeña al que llegas solamente en lancha, y un triatlón ese mismo fin de semana; un pueblo precioso! El triatlón sería la razón para encontrar solo un hotel y caro, pero bonito y con una vista increíble, todo estaba lleno. Nos dimos un delicioso baño, nos instalamos en el cuarto y nos fuimos a comer, estábamos muriendo de hambre. En el camino hacia el restaurante que escogeríamos pudimos ver varios puestos de comida típica sobre el malecón, moría de hambre así que tuve que parar y probar algo, era como un "taco" frío y de poco sabor, de carne de res, no tan bueno, pero me ayudo a aguantar el hambre hasta llegar a donde comeríamos. Finalmente llegamos al restaurante, un pequeño lugar frente al malecón, básicamente todo esta ahí, no hay mucho que caminar; pedimos unas chelas, Rob y Ana unas gallo, muy buenas, y nosotros unas Draft Ice, creo que no tan buenas, pedimos de comer, burritos y platillos vegetarianos y "x", la verdad no estaba excelente, yo empecé a sentirme no muy bien, así que decidí regresarme al hotel que estaba a unas calles y tomarme una siesta para después hacer algo más; regresaron todos del restaurante y regresamos a caminar para ir a tomar otras cervezas; en el camino íbamos deteniéndonos poco a poco para observar a la gente que pasaba, a las lanchitas que tomaban para darles el recorrido por la isla o los que iban al museo y nos tocó justo el atardecer, con unos colores super intensos, muy llamativos, y con la ayuda de un viento suave hacían que las nubes formaran figuras y después se desvanecían y formaban otras. Decidimos quedarnos en un restaurante - bar estilo asiático que tenia una fachada muy alegre llena de flores y enredaderas en la pared con una barra y periqueras a la orilla de la banqueta donde tenías una excelente vista, y al ver el menú y con una que otra persona sentada en esa barra se nos antojo muchisimo, también queríamos pasar el resto de la tarde en ese lugar. La mesera bastante joven alrededor de los 18 y sin experiencia y relativamente nueva en el lugar dió como resultado un servicio no muy bueno, pero la verdad es que no había muchas opciones para ir a otro lugar así que no nos importó mucho y nos quedamos y cenamos ahí, mi queridísima Ana tenía un "poco" de hambre así que pidió una pizza extra grande jaja vegetariana, una buena combinación de sabores y la pasta delgadita y cocinada en horno de leña como no iba a estar buena? entre los 3 casi se la devoraron y yo me pedí algo más ligero para cenar unas bruschetas con pan artesanal con algunos ingredientes extras que le dieron el toque perfecto a mi noche ya que no me había sentido del todo bien  y gran satisfacción saber que al menos todos habíamos cenado rico. 

Restaurant con vista a la isla

Atardecer en la Isla de Flores

Isla de Flores


Al día siguiente nos dirigimos al norte ya un poco desanimados porque se nos estaban acabando los días de vacaciones, nuestro "último destino" según nosotros era Tikal y de ahí ya regresaríamos a casa...


Camino a Tikal

El Remate, Guatemala
De nuevo a la rutina de empacar todo, subirlo a la moto, equiparnos y arrancar... Llegamos a un pueblo llamado El Remate y encontramos el hotel Santa Elena donde nos quedaríamos esa noche. Casi todo esta sobre la carretera, hay muy pocas boca calles y solo a unos 20 minutos de las ruinas, con vista a una laguna en plena inclinación de las cumbres, el hotel bueno, bonito, barato y limpio!! pequeño como con 10 de habitaciones, con una terraza con hamacas, buenísimo para descansar. Nos instalamos, nos refrescamos un poco y tomamos camino a las ruinas, era buena hora así que llegamos a la entrada principal donde hay un arco de piedra con una caseta de seguridad y la de cobro, pagamos nuestras entradas y nos dijeron que siguiéramos el camino. Podíamos entrar con las motos y era un camino como de 15 min en medio de la selva padrismo, lleno de arboles altísimos y en una parte de estos llenos de nidos de Oro-péndolas y los hacen en ramas de árboles horizontales para que puedan moverse con el impulso del viento, son hechos de esparto o lana y tienen forma de un calcetín, más adelante hay muchos letreros con animales dibujados significando precaución, pues todo ese tipo de animales siguen viviendo ahí y te los puedes encontrar en cualquier momento, llegamos al estacionamiento y empezamos la caminata a las ruinas, pertenecieron a la civilización maya, Tikal significa: "en la aguada laguna" pero se conoce como "lugar de las voces de los espíritus"  mucho que recorrer, las distancias entre una pirámide a un templo son largas y aún siguen intactas, y son muchas!!





Durante el recorrido vimos a varios tucanes! el que es pico de Quilla llenos de color increíble, también encontramos monos aulladores y monos araña todos con sus familias de todos tamaños... y una ceiba gigante!!! me acorde del cuento de las habichuelas mágicas  seguro el que pueda trepar ese árbol lograría ver cosas inimaginables.


Pirámide principal 

Danny y Pame

La ceiba 
Después de un super recorrido terminamos muertos y nos dirigimos a un restaurante que estaba ahí mismo y al rededor varios hotelitos y casas de campaña, donde tuvimos los cuatro un momento... de pánico y risa nos sentamos justo abajo del ventilador porque moríamos de calor pero era un lugar extraño que por algún motivo no podían hacer uso de la luz hasta que no anocheciera, lo cual significaba que el ventilador no funcionaba, y pedías alguna bebida de la carta que tuvieran que hacerse con licuadora tampoco podrían ser servidas en ese momento, un poco confundidos, estando en un lugar completamente turístico y no poder complacerlos???? en fin decidimos no tomarlo a mal y nos fuimos por las cosas mas fáciles y esperando nuestro servicio llego un tábano a la mesa, después llego el segundo, después el otro y empezaron a atacar a Rober, luego luego con el dedo inflamado pues hay personas que son alérgicas o la reacción a su picazón es fuerte, después Daniel recibió un piquete, Robert de nuevo otro  y tuvimos un momento incomodo al tratar de matar y espantar a estos moscos monstruosos al mismo tiempo que comíamos, fue incómodo pero decidimos llamarlo "adrenaline eating" a pesar de todo, fue divertidisimo!


Emprendimos el regreso al hotel con unas ganas intensas de comprar un ron y tirarnos a descansar en la hamacas. El camino de regreso estuvo bien, divertido y tranquilo. Finalmente llegamos al hotel y ahí mismo conseguimos un "ron Botran" en la tiendita de junto. Y a instalados en las hamacas, conocimos a una pareja de buzos australianos bastante interesantes, han viajado por los mejores lugares para bucear del planeta; les llamamos la atención ya que él tiene una f800 en su casa en Australia. Estuvimos parte de la noche platicando y conviviendo con ellos, después de un rato nos dio hambre y sueño, así que decidimos ir a cenar y descansar...

Al día siguiente empezamos el regreso a casa, creíamos todavía que se acercaba el fin del viaje pero para nuestra sorpresa, no fue así! Cruzamos la frontera fácilmente sin ningún contratiempo, un poco de lluvia solamente, cargamos gasolina por ultima vez antes de salir de Guatemala y entramos enseguida de regreso a Belice. El camino fue rápido y entretenido, esta un poco mas poblado por la zona en la que andábamosasí que había mucho que ver en el camino. Finalmente llegamos a "La Orange Store" cerca de Belmopán, una tiendita muy interesante y agradable, la cual es también restaurante y hotel. Compramos algunos recuerdos para los amigos y a familia y decidimos comer ahí nuestro lunch; mientras estábamos sentados comiendo, llegó un miembro mas de la banda motera mundial, Sebastián Pizarro, chileno de nuestra edad en una Yamaha Supertenere preciosa y con un buen sueño: llegar a Alaska. Comimos nuestro lunch junto con él mientras platicábamos de todas nuestras aventuras, se dirigía a México, así que no dudamos en ofrecerle nuestras casas como apoyo, en ese momento nos separamos ya que el iba rumbo a Belice City y nosotros no perdimos la oportunidad de rodar por la "Humingbird Highway" una vez mas. 
Nuestros amigos Simon y Lisa Thomas, viajeros desde hace 11 años, nos echaron la mano dándonos las coordenadas de un lodge sobre esta carretera para poder hospedarnos ahí...


HUMINGBIRD HIGHWAY LODGE

Salimos muy temprano en la mañana con destino a Hopkins, nuevamente teníamos que seguir recorriendo la carretar favorita. Fue un camino fácil de aproximadamente 2 horas, al final, antes de llegar a Hopkins hay como 5k de terraceria divertidisima! Entrando a este lugar, puedes darte cuenta que es como otra dimensión, haz de cuenta que cruzaste el mar caribe y llegaste a Jamaica. Las calles son pequeñas y de terracería, existen algunos lugarcitos para comer y un par de tiendas de conveniencia atendidas por chinos, hay una escuela que es a donde la mayoría los niños de este lugar atienden, una iglesia católica y otra de alguna otra religión y mucha, mucha playa. Después de la noche que habíamos tenido en el lugar anterior, el departamento al que llegamos parecía un hotel de 5 estrellas, justo en la orilla de la playa, con buenos acabados y aire acondicionado, no era el mas grande ni tenia 2 baños, pero estaba super! Conseguimos una buena tarifa y todo estaba cerca, así que decidimos quedarnos ahí. Contábamos con dos recamaras y una cocineta, una sala con una T.V. encima del refrigerador, saben que? ese dia jugaba México vs Brasil asi que era la mejor opcion! Después de instalarnos y relajarnos un poco, decidimos salir a conocer. Buscabamos un bar o algo por el estilo, fue difícil encontrar alguno, ya que no estamos acostumbrados a estar libres de tanta publicidad y tanta basura visual en el ambiente. Finalmente dimos con uno pequeñisimo justo en la orilla de la playa, pero todavía no abrían. Decidimos entonces probar suerte en el restaurant mas popular, "Tina´s kitchen", el típico lugar caribeño abierto, con pocas sillas y mesas, atendido por una familia local, una tele en el comedor y la cocina abierta para ver lo que preparan; la comida estaba sensacional, camarón, pescado, langosta, puerco, etc. todos con estilo caribeño, "yambalaya", "curry de coco", etc. delicioso! Se me hace agua la boca de solo acordarme, estábamos de regreso en Belice, así que no podían faltar las Belikin! y  por supuesto el One Barrel. Después de convivir un rato con los locales y recibir la rechifla en el primer tiempo del partido ante Brasil, decidimos regresar al departamento para el segundo tiempo y reposar en la playa después. Que increíbles son estos viajes y que increíbles son los amigos que nos acompañan, por supuesto planeabamos ya la siguiente rodada: Oaxaca.

Después de una tarde de playa, chelas y ron, regresamos a "Tina´s Kitchen" para cenar, quesadillas estilo Hopkins, tortillas de harina gigantes y deliciosas, todo bien hasta ahí, pero rellenas de algo parecido al cheez-wiz, mmmmmmmmmmmmmmmm, ruined! afortunadamente estaba lo suficientemente pedo para dejarlo ir....regresamos a casa a descansar....


Habíamos comprado unos bagels, queso y cafe el día anterior, ese iba a ser nuestro desayunos para salir de hopkins. Desayunabamos mientras empacabamos nuevamente las motos con el equipaje y salimos. Rober y Ana perdieron de vista la salida por unos minutos, pero no tardamos mucho en encontrarnos y tomar la terracería que nos sacaría a la carretera. Cargamos gasolina para emprender el regreso a casa, por alguna extraña razón tardamos mas de media hora en la gasolinería a pesar de que había únicamente 2 vehículos aparte de nosotros, una vez llenos, nos fuimos.

Recorrimos una vez mas la delicia de Humingbird Highway, ahora lo hicimos de una sola vez la carretera completa, que deleite! Para hacer las cosas todavía un poco mejores, nos toco un poco de lluvia y de hecho en algunos tramos hacia frío, no nos cansábamos de este divertido camino, pero sabíamos que esta seria la ultima vez que lo pisaríamos, por lo menos en este viaje.
Llegamos nuevamente a Belmopan, y paramos a un lado del camino en una gasolinera china, afortunadamente solo queríamos un poco de agua y hacer una parada técnica, digo afortunadamente porque dudamos de la procedencia de ese combustible "oriental". Continuamos el camino en dirección a Orange walk, todavía faltaba la mitad del regreso por recorrer. Pisar nuevamente ese asfalto nos trajo varios recuerdos recientes, el Belize Zoo, que nos pareció espectacular, la penitenciaria en donde nos saludaron los internos con una sonrisa fenomenal, tal vez queriendo tener ese sentido de libertad del cual disfrutas cuando vas en una moto; el Baboon Sanctuary que ahora si habíamos logrado ver en el camino, entre otras cosas... 
Estábamos cerca de llegar ya a Orange Walk, cuando de pronto vimos un lugar bastante agradable para comer un lunch rápido y estirar un poco la piernas.
Era un pequeño embarcadero, poco cuidado y de aspecto austero, pero precia el lugar perfecto, ademas de que habíamos ya recorrido un buen tramo y queríamos descansar un poco. No paso mucho tiempo de haber llegado cuando se nos acercaron un grupo de perros pidiendo comida y un poco de cariño, ya que estaban en no muy buenas condiciones. Compartimos un poco de nuestro lunch con ellos y continuamos con nuestro camino.


Llegamos a la frontera para salir, fue fácil el papeleo y como hacia poco pagamos por salir hacia Guatemala, esta vez no tuvimos que pagar para salir a México. Entrar a nuestro país fue fácil también, por un momento nos confundieron por extranjeros y querían que hiciéramos proceso largo, pero al ver nuestros pasaporte mexicanos nos saludaron muy amablemente y nos permitieron pasar.

Obviamente habíamos llegado a México! la cordialidad de los automovilistas había terminado, ni modo, fue bueno mientras duró. Llegamos directo a comer nuevamente al "Pejelagarto" que delicia una vez mas! De ahí nos dirigimos al hotel en Bacalar, lo único que queríamos era descansar y empezar la jornada temprano para llegar a buena hora a casa.... 

sábado, 31 de mayo de 2014

El Cuyo y Río Lagartos


MAYO 2014

El compartir historias y tantas risas con nuestros "primeros amigos"  viajeros en moto han hecho que nuestra pasión por subirse a la moto crezca al igual que crecen nuestros sueños y nuestras ganas por conocer más lugares.

El Cuyo


De nuevo hemos conocido a otra pareja Matt y Amie super buena onda al igual que los demás, ellos se instalaron por un largo rato en "El Cuyo" al norte de la Península de Yucatán pues nos hablaron maravillas de este lugar.



Un domingo de descanso? Porque no? 

 Fuimos junto con otro amigo rider de Cancún, el buen amigo "Roberto", un tipazo!, el nos dio el tour, perfecto ya se sabía por donde íbamos a pasar, a donde comer y demás...

Camino en reparación
La salida la tomamos desde Cancún, nos esperaba un largo recorrido, aproximadamente 500 km en un solo día!!! La carretera estuvo tranquila durante todo el trayecto, un poco antes de llegar nos paramos a refrescarnos en una tiendita al lado de la carretera, de esas típicas donde una señora está sentada en una silla viendo a los coches pasar; nos hicieron muchas preguntas fascinados por nuestra apariencia y al final terminaron regalándonos el agua que nos iban a vender. Continuamos un poquito más adelante nos encontramos con que un tramo de la carretera estaba en reparación y el tráfico estaba muy lento. Un carril  probablemente de  unos 4  metros de ancho, no más que eso y con grava suelta pero lo pasamos sin problemas.

Es increíble como puedes encontrar lugares maravillosos y lleno de cosas que no habíamos visto antes. La entrada a "EL CUYO" es bastante refrescante, un puente muy angosto rodeado de agua  y  uno que otro flamingo por ahí.

Este lugar esta padre, tiene playa y de hecho estaba bonita, el agua de un verde palmolive , no mucha gente alrededor, un pueblo donde realmente no hay nada, nada!!! un lugar bonito para descansar y relajarse.





Después de una botana deliciosa en un lugar con cabañitas muy coloridas y simpáticas seguimos el camino a Río Lagartos donde gran parte del camino es solo arena, para mí suena a diversión y con una gran probabilidad de caerse, pero hasta ahora no nos ha pasado afortunadamente.




 Hay partes en las que encuentras flamingos volando arriba de ti, y del lado de la laguna esta infestado de ellos. El lado de la playa esta increíble, virgen, hermosa, limpia y gigante!! si tienes suerte logras ver familias de delfines nadar y hasta podrías verlos saltar, la arena parece talco y esta absolutamente desierta, el agua es azul turquesa brillante que te invita a aventarte así sin pensarlo.


DANIEL Y ROBERTO

No siempre ves ambos al mismo tiempo, pero el camino los va alternando bien. Antes de llegar a RÍO LAGARTOS  llegas a LAS COLORADAS,  esta lleno de canales de agua que los separan montañas de sal. Es tanta la cantidad de sal, que el agua tiene color entre rosadito, morado y en algunas partes es completamente rosa;  la gente se mete a "nadar" en esa agua pero es como si estuvieras en el espacio,  de tal manera que cuando quieres girarte o hacer algún movimiento es demasiado difícil  lograrlo, hay que tener cuidado de no sumergir la cara en el agua porque puede dañar los ojos, se ven máquinas dentro del agua y cerca de ahí montañas enormes de sal pues se encuentra al final la fabrica que se dedica a procesarla.



Flamingos


Nuestro amigo Roberto

Las Coloradas

SALARES (montañas de sal)


De ahí decidimos no llegar al pueblo de RÍO LAGARTOS ya que es muy turístico y mejor quisimos caerle a SAN FELIPE. Es un pueblito  totalmente pintoresco con sus cabañas pintadas cada una de un color, y verdaderamente limpio.



SAN FELIPE






miércoles, 30 de abril de 2014

Short trip Puerto Aventuras - Valladolid



ABRIL 2014

Hace ya varias semanas tuvimos la suerte de conocer a dos parejas de riders KEN y CAROL (Australianos)riders que están haciendo su segunda vuelta al mundo, la primera la hicieron entre 1997 y 2004. Ellos podrían denominarse como "los abuelos" de todos los riders. Su vehículo es una BMW R80 de 1983 con 850,000kms recorridos, KEN renueva el motor cada 160,000kms, excelentes personas; BRIAN y MICHELLE (Estados Unidos e Inglaterra) el rueda en una Yamaha Tenere y ella en una Kawasaki klr, super agradables; gracias a ellos conocimos a más viajeros en moto como SIMON Y LISA (Inglaterra) viajeros totalmente experimentados que llevan 11 años recorriendo el mundo y no se ve para cuando lo dejen, el maneja una bmw 1150gs y ella una f650gs modificadas ambas hasta los dientes; KEVIN Y CATHY (Estados Unidos y Australia) de estilo californiano totalmente relajados y sin preocupaciones, ambos en bmw´s, 1200gs y f650gs respectivamente; PETER (Inglaterra) es un loco viajero sin mucho rumbo pero con una corazón enorme, a diferencia de su estatura. Viaja en una f800gs enorme!; PAUL (Australia) viaja en una 1200gs adventure impresionante!;  y semanas después fuimos conociendo a más personas, amantes de las motos. 
Logramos hacer una grupo de hasta catorce personas; coincidencia que cada uno a su propio ritmo van viajando y parando; algunos se reencontraron y otros, como nosotros, apenas se conocieron en la Riviera Maya.



En una de nuestras reuniones dijimos que siendo nosotros locales y conociendo mejor la zona deberíamos de llevarlos a conocer algún lugar.... que mejor que hacer un viaje en moto con expertos!!!

Nuestro plan fue ir a Valladolid, un pueblo típico colonial y bellísimo; comer comida típica, dar un paseo y regresar; es un lugar que esta cerca, bonito y perfecto para pasar un día de descanso... claro nosotros no descansamos, estuvimos caminando bajo el sol y cargando nuestro equipo de moto; pero si quieres andar en moto al lugar que vayas tienes que usar protección y llevarlo contigo sea lo que sea, es solo cuestión de tiempo para irse acostumbrando.


  




Llegamos al típico zócalo mexicano, una plancha de concreto en medio del pueblo o ciudad en la plaza principal, generalmente junto a la catedral y al palacio de gobierno, uno enfrente del otro. En el centro siempre encuentras bancas para sentarte a platicar, el globero con su silbato, los puestos de churros, tacos, donas, entre otros; el vendedor de burbujas, los boleros, los enamorados y casi siempre con mucha música y sabor mexicano.




Nos cruzamos a los portales, específicamente al mercado de comida: un galerón muy grande donde es todo un espectáculo; hay puestos de comida con sus mesitas y pequeños locales de joyería y artesanías, pero creen que tienen el "arte de vender" pero no!, lo único que hacen es marear con sus gritos que hasta llegan a espantar a la mayoría de extranjeros: "pase por aqui", "aqui tenemos lugar", nuestra comida es la mejor", "salbutes, cochinita, relleno negro", "papadzules, brazo de reina, tortas, tacos"; para evitar eso, nosotros fuimos directo a 2 locales en especifico: el de las bebidas y uno de comida donde no te hacen tanto escándalo y en cuanto terminamos de comer decidimos irnos para seguir con el tour.



Salbutes
El Bolero y Ken



















Christine

Centro de Valladolid
Visitamos el Ex-Convento de San Bernardino de Siena, la Catedral, y sus parques. Después de la caminata tomamos unas merecidas nieves y aguas frescas.














Nos hubiera encantado que el resto del grupo nos hubiera acompañado en este pequeño viaje... Michelle y Brian esa semana habían salido hacia Centro y Sudamérica; Kev y Cathy tenían un día muy largo y pesado  gracias al viento fuerte que se sentía en carretera; por problemas  de salud y otros planes Lisa, Simon, Peter y Paul no lo lograron, casi como Christine que se quedo dormida, fue justo el día que hubo cambio de horario y ella no supo, pero logramos despertarla.